Mientras tanto, en el Mundo Mágico Maravilloso. Un viento irreparable, que sin problema alguno, elevo frente a varios espectadores el cuerpo de la bondadosa, y fina silueta ,de Remedios La Bella al cielo (protagonista del libro Cine Años de Soledad).
En el Mundo Real, está misma escena puede haberse mal entendido. Según la palabras del mismo Gabriel García Marquéz en una entrevista, esta historia tiene su origen en una mujer, la cual al saber que su nieta se había escapado, junto con un agente de viajes, lejos de ella y de su hogar. Decide, con su vergüenza, inventar, proclamar y repetir la historia que con sus propios ojos, vio como ella se elevó al cielo, alejándose de ella.
En el Mundo Mágico Maravilloso, suceden cosas que en el Mundo Real parecerían corrientes y comunes. En el Mundo Real suceden cosas que no son menos mágicas e increíbles, pero si salvajes e hirientes. Así comienza el Mundo Mágico Maravilloso, desde la realidad corriente, desde mundana monotonía del ser y la valentía de apartar la violencia, el regímen y la situación por la que pasaba el Mundo Real.
Se puede hablar de la importancia de «Cien Años de soledad» en el Mundo Real, se puede hablar lo importante que fueron sus copias, de lo efímeras que fueron las primeras 5.000 copias en las librerias, de los cientos de idiomas a las ha sido traducida y de los años que duró el escritor en realizar tan importante obra literaria mortal. Pero ni «El Realismo mágico» de Gabo, de Carlos Fuentes, de Vargas Llosa, ni lo «Real Maravilloso» de Carpentier y Asturias, son el fin del camino. Estas son algunas puertas que se abren al aburrirse de la guerra, del conflicto, de los intereses y sobre todo de los estados dictatoriales que en su momento gobernaban la región.
Estos dos umbrales fueron la salida al Mundo Real, estas dos puertas son la razón por la cual, el mundo puso sus ojos en los países americanos, y estas dos razones son la prueba de como los grandes escritores lograron conquistar el mundo literario, no traduciendo sus obras a otros idiomas, sino logrando que sus propios paisanos los leyeran. De invitar a su propia gente a dejar el Mundo Real y dejarse sorprender por el Mundo Mágico Maravilloso
Tenemos ya cincuenta años de esos cien. Sin duda invitación para estos años que nos quedan, es seguir imaginando a ese fantástico y invencible Mundo Mágico Maravilloso.
Burlarse de la realidad, justificar lo imposible y reírse de la lógica del lector, sin duda, es la mejor manera de jugar con la vida y con la profesión de ser escritor.