Genocidio y Conservación: Cuando proteger la vida lleva a la muerte
Escrito por Radio Pedagogica el 22 de mayo de 2020
Autores: Carolina Romero y Carlos Rodríguez
Directores programa Conciencia y Tecnología.
Cuando se revisa con cuidado la historia del territorio de la actual Colombia, se advierte que los procesos acaecidos en los últimos quinientos años están atravesados por la continuidad de conflictos; exclusión, desarraigo y olvido están en la base del comportamiento social y por supuesto en determinados entornos ambientales. Las tierras más productivas han sido las que han estado en la base material de los conflictos, en donde cientos de miles de personas fueron sistemáticamente organizadas como carne de cañón, ya fuera para ser explotadas o para ser desplazadas. En este sentido, se hace evidente un asunto coyuntural para pensar y entender las relaciones que han tejido el mundo social y las relaciones de esa sociedad con el entorno.
En los períodos más recientes, la violencia ha venido poblando cada rincón, acompañada del miedo sistemáticamente organizado, de tal forma que ya no se trata de muertes en masa, sino de asesinatos selectivos, en donde lo que se busca es generalizar el desplazamiento y silenciar las consciencias. Un Asunto que además esta atravesado por intereses muy particulares, y por una visión que busca “liberar” zonas para la explotación minero-energética. Si en períodos anteriores, el interés era la tierra con el fin de hacer grandes hacendatarios y terratenientes, hoy lo central parece ser ir por los recursos del subsuelo, y de esa manera despejar el manto vegetal.
De esta manera, cientos de miles de kilómetros cuadrados se ven amenazados, zonas por las cuales en períodos anteriores no hubo conflicto e interés entran en el mercado y se convierten en deseos de las trasnacionales y de las “élites” nacionales. Como todo en el capitalismo, lo central es la ganancia inmediata, sin preveer las consecuencias para las futuras generaciones. La naturaleza se objetiva de manera inmediata y no se da tiempo al futuro, al por-venir. En este sentido los que piensan en lo que ha de llegar y en la herencia para los otros se ven amenazados y sistemáticamente arrasados.
Pareciera paradójico que sean justo quienes han sido sistemáticamente desplazados y desarraigados los que adviertan la necesidad del cuidado y de la conservación. Las razones de esa consciencia parece estar en la relación directa que sostienen con el medio. Mientras en las grandes ciudades y en especial, en los espacios del lujo y el consumo se ha generado una desconexión con el medio, en lo íntimo de las regiones se conoce y advierte la necesidad de la conservación. Las relaciones que se tejen entre la mentalidad y el medio, están directamente relacionadas con el contacto directo, en otras palabras, es el trabajo material en cada una de las zonas lo que hace que se construya una conciencia de la totalidad, de las relaciones que no se pueden convertir en ajenas. El campesino, el cuidador, el habitante rural saben a ciencia cierta, que si no se cuida la tierra la condena está cada vez más cerca. Esto no sucede a tal escala en el mundo urbano, aunque existen muchos ejemplos de trabajos relacionados con la sensibilidad frente al cuidado del ambiente, la ciudad provoca una particular desconexión, que se manifiesta en la ignorancia respecto a los sitios y condiciones de la producción del alimento, el agua, la energía, en fin, las condiciones vitales para la existencia.
Así las cosas, y bajo el afán egoísta e inmediato de la ganancia, se ha planificado un progreso que ha implicado por lo menos dos cosas: el asesinato de los cuidadores y la explotación indiscriminada de los territorios. Las consecuencias han de ser inmediatas y a largo plazo. Pues no se trata sólo de la muerte que recorre las zonas, también, esta allí comprometida toda la vida y el mundo de las futuras generaciones. Pensar y discutir ello desde los medios de comunicación y en especial, en la radio universitaria es central. Conciencia y Tecnología, el Ágora para la educación reconoce la importancia y las implicaciones, y por eso el primer programa de 2020 se ha dedicado a llamar la atención sobre una realidad que se quiere ocultar por los que hoy detentan el poder en el Estado. Ese mismo que constitucionalmente tiene dentro de sus principios más importantes el proteger el hoy el por-venir.