Escrito por Radio Pedagogica el 10 de febrero de 2022
Capítulo 3. Los impactos y los daños causados por el conflicto armado.
3.1. Las huellas de la guerra.
Hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, viejos presenciaron asesinatos atroces de familiares cercanos o vecinos; se los obligó a observar cuerpos torturados que fueron exhibidos para el escarnio público. Fueron víctimas de amenazas, encierros, violaciones, reclutamientos y obligados a colaborar con un determinado grupo. Estas situaciones han derivado en un profundo miedo que se mantiene con los años:
[…] Todos nos manteníamos preparados, mucha gente dormía con la ropa puesta, con la ropa empacada, los hijos inclusive,pues con su proceso de planear como su fuga, sus cosas. Entonces ese tiempo fue una zozobra muy dura. (Testimonio de habitante de San Carlos, Antioquia) (p.61)
3.2. ¿Quiénes sufrieron?
En Colombia las mujeres han sido víctimas de múltiples, atroces y sistemáticos crímenes en el marco del conflicto armado, aunado a que son quienes padecen y enfrentan los daños provocados por la violencia en su condición de sobrevivientes. La violencia ha dejado huellas profundas en sus cuerpos y en su psiquis; ha trastocado su cotidianidad y sus creencias, y ha alterado sus proyectos de vida al desestructurar sus familias y desterrarlas de lugares donde proyectaban su futuro. Las viudas, además de lidiar con los impactos causados por la violencia, deben asumir de un día para otro todo la responsabilidad económica y afectiva de sus hogares (p.66)
3.3 El impacto de la impunidad.
Los daños, las pérdidas y los sufrimientos que han experimentado las víctimas se vuelven más intensos en contextos de impunidad, de falta de reconocimiento social y político, de precarias acciones de verdad, justicia y garantías de no repetición. Esto se agrava con la limitada y a veces contraproducente atención institucional, el rechazo y la indolencia social. El poco avance de los procesos judiciales y la persecución que sufren algunos sobrevivientes agravan la estabilidad emocional y física de quienes han padecido los vejámenes de la guerra: A una sobrina mía que le mataron al papá, al otro día fue y puso la demanda, ¿y qué le tocó hacer? Ahí mismo le tocó retirarla porque al otro día bajaron a la casa y la llamaron […] Entonces le dijeron que quitara esa demanda o que no respondían por la vida de ella. […]. (Testimonio de sobreviviente de Segovia, Antioquia) (p.70)