Chimó Psicodélico y la magia del Folc Rock llanero.
Escrito por Yolanda Barrantes Suaréz el 28 de febrero de 2019
Por: Yolanda Barrantes Suárez
Desde las planicies del oriente de nuestro país, donde el sol cae y pinta de rojo la fauna y flora con majestuoso pincel, nacen las notas en el pentagrama cálido, que, a pelo y a lomo de caballo recio, dibujan una bandola, un arpa y un cuatro, mientras un joropo se arrima como leña arreciando el fuego, dispuestos a fundirse en un solo elemento en las lejanas llanuras Araucanas, donde nace su primer trabajo discografico titulado Alcaravan, haciendo honor a la tierra que los vió nacer.
Esta es la descripción, de lo que imaginamos podria ser el recorrido de una musa que acompaña a esta agrupación, que nació en medio de tardes de ensayo, de un puñado de muchachos llenos de sueños sin pretenciones, quienes crearon un estilo único; música llenara fusión, o como lo expresé en mi relato de podcast: El Folc- Rock llanero, así es Chimó Psicodélico.
Acudieron a Nuestra cita, Camilo Guerrero su director y Carlos Gutiérrez, ejecutor del cuatro y la bandola, quienes compartieron sus anécdotas, así como los inicios de esta agrupación que está dando mucho de qué hablar con su inconfundible estilo; esa mezcla de música folclórica del hermoso territorio que colinda con la hermana república de Venezuela al oriente de nuestra nación y las estridentes y psicodélicas (si lo podemos llamar así) notas del Rock y otros estilos musicales.
Los hermanos Gutiérrez, Daniel y Carlos entrelazaban notas de instrumentos de cuerda, propios de su región de origen, cuando en alguna de esas veladas musicales, se fueron uniendo amigos músicos, algunos de formación empírica. Poco a poco se les fue metiendo la musa de la fusión que abrazó las notas del folclor del llano, en medio del mugido del ganado y el sonido del galope de los caballos de vaquería, con sombrero alón “agachao” y cuarteado por el sol,así, fueron tejiendo notas de rock.
Lazando frases llaneras, como cuando se amalgaman jinete y caballo para iniciar la jornada de vaquería, o como esa mezcla entre hoja de tabaco y sal para mitigar el cansancio y el hambre, se mezclaron los rítmos, llanera y rock, que dieron origen a melodías “psicodélicas” tal como le pareció al padre de uno de sus integrantes al escucharlos tocar , y no tuvo reparo en decirles que eso se le parecia al sabor de un Chimó, y por lo que despertó en sus sentidos, que masomenos lo transportó a un mundo desconocido para él, terminó de armar el nombre de la banda por el efecto que produjo a sus oídos, un sonido Psicodélico.
Fue tal la emoción y la fe que le pusieron sus primeros escuchas, que se les llenó el cerebro de ilusión. Entonces decidieron romper la “marrana” como se dice coloquialmente, juntar sus ahorros, montarse en una camioneta y coger camino para agarrarse a pelo limpio como a la cril del caballo, a ese sueño de sonar, no solo bonito, sino también diferente y hasta irreverente como lo demuestran en la letra de la mayoria de sus canciones como conmoción interior, que sin perder la escencia de sus notas del llano, sacuden la mente y de paso logran que de forma simultánea, hasta el cuerpo que mas se se resista, salte.
Los imponentes acordes del arpa, abrazan con pasión a un bajo que responde a la estridencia de la bateria, mezclandose con la fuerza de la voz de Daniel Gutiérrez acertadamente, expresando en el canto la visión política y social, de su región y su país.
pero también logran arrancar suspiros como en la canción señorita, a la que han puesto ese toque romántico y hasta un poñado de notas un tanto oscuras como lo denomina Camilo, “Joropo nocturno”, que claramente se evidencia en la letra de la canción.
De la misma forma, se lanzan ruedo con otro rítmo que hizo parte de la mezcla de músicas que dieron origen al rock , y con la melancolía que lo caracteriza, pero muy al estilo de chimó, quienes le pusieron unas gotas de alegria. El blues también se deja tentar por el cuatro y el arpa de la agrupación, en la canción titulada en el mismo lugar, composición de Camilo Guerrero, su director.
Influenciados por José Archila, condirerado uno de los mejores arpistas el mundo de formación empírica, y cuya arpa embrujó el oído de Camilo Gutierrrez, Simón Díaz, creador de Caballo Viejo, una de las piezas más célebres y mas tocadas en la historia de la mùsica llanera, el carrao de palmarito, mas conocido como “El Clarin de la llanura”, Aldemaro Guerrrero y otros, todos ellos “juglares de la música llanera” como lo expresa Camilo Guerrero, director de la agrupación,(queriendo decir que son considerados como grandes del folclor). Camilo y Carlos, recuerdan que bajo el sol mañanero hasta el asomo de las tardes araucanas, era lo que se escuchaba y admiraban porque hacia parte de su acervo cultural, y sus cantos rrullaban las cunas en el territorio de Arauca.
Con el paso del tiempo y la entrada al país de nuevos rítmos y propuestas que poco a poco fueron invadiendo cada rincón del mundo, dejaron tentar sus sentidos
especialmente por la magia del rock, que aunque ya existiese desde los años cincuenta, calentó la cabeza a nuestras generaciones juveniles de entonces.
El estilo de Jimi Hendrix, grupos como los Beatles, Queen, Fredy Mercury, la fusión Tropicalia del brasileño Caetano Veloso, Pink Floyd y otros, hicieron que estos chicos vieran ante sus ojos, una oportunidad de hacer algo distinto, sin perder la escencia de las raices de su tierra.
… y así, entre letras y notas nació esta propuesta musical, que aunque no sea como los cantos llaneros, patrimonio inmaterial de la humanidad, hoy se consolidan como una de las bandas fusión mas queridas y admiradas en el ámbito musical, porque cuando suben al escenario vestidos de etiqueta llanera, causan admiración y se roban los aplausos de su publico que poco a poco han ido cosechando a través de su inigualable estilo.
Con una gran sonrisa dibujada en el rostro después de narrar sus historia, Camilo y Carlos nos dejan la promesa de su próximo álbum que promete sorprender, tal como lo ha hecho su primero Alcaravan, del cuál, sin duada se sienten felices y muy orgullosos, además, nos dejan con esta frase:
¡Viva colombia libre, viva la universidad pública ¡